colectivo amasijo

COLECTIVO AMASIJO


Amasar la Marcha


La acción se llevó a cabo en

Hamburgo 169, esquina Florencia


Martes 8M

De 13:00 a 17:00 hrs


Venta de alimentos

con el empaque especial

de Tort(guerr)illa



Nos gustaría imaginar o quizá re-enactuar una tortillería en dónde las mujeres re-tomamos la acción de decidir, aquellas en donde el maíz es producido en milpas de familias amigas, donde el cuidado de la tierra está al centro. Palmear, aventar, voltear, envolver y entregar, todo eso mientras hacemos juntas. Hacia adentro el movimiento corporal de la alimentación, hacia afuera la marcha que va tomando espacios. Dos movimientos, dos resistencias que se interrelacionan un ocho de marzo.

Al centro también el espacio que se genera alrededor del fogón, espacio donde la resistencia, la vida cotidiana y el cuidado no se fragmentan, espacios donde a través de la coalición de mujeres nos atrevemos a hablar, donde sanamos las heridas de guerra, donde reímos y donde transformamos el maíz para la reproducción de la vida. 

El cuerpo es nuestra tecnología, nuestras manos trazan la masa, dejan huella, crean mapas, redondean espacios. A través de estas tecnologías nos re-conectamos con linajes antiguos, nuestras muertas viven, linajes de rebeldía, nuestras muertas viven. Nos re-conectamos y resultamos habitando autonomía que nos permite no depender ni ser cómplices de un sistema que nos destruye. 

Dos movimientos, desde de los haceres del cuerpo para contener y también desde la fuerza del conocimiento feminista recuperado por Marilá, que hoy nos envuelve para caminar la lucha, tomar el espacio público y des-fragmentar aquello que nos inventaron divididas.

Fotografías  por Gabriela Esquivel.

colectivo amasijo


colectivo amasijo surge desde la emoción de entrar en acción, atrevernos a crear las estructuras que nos permitan habitar en comunidad en dónde cuidarnos y cuidar el territorio que habitamos sea nuestra prioridad. 


colectivo amasijo genera el espacio para reflexionar activamente sobre el origen y diversidad de nuestros alimentos. Escuchamos narrativas no dominantes de aquellas cercanas a la tierra, quienes nos ayudan a medir el costo real de la degradación territorial y nos muestran el camino hacia la regeneración de la tierra.


Somos un grupo de mujeres que entendemos que a través de cocinar colectivamente podemos celebrar la diversidad y replantearnos la cultura de la escasez. Visibilizar la interdependencia entre lengua, cultura y territorio es un acto cotidiano de nuestro colectivo para entender  la comida como una red de relaciones. 


Nuestras salidas se perfilan a través de performances, instalaciones, celebraciones, acciones y talleres donde su activación se mantiene en coherencia con el cuidado del territorio. Entre ellas un mercado en el Museo Carrillo Gil, un fandango en el Salto de Eyipantla comisionado por el Museo de Arte Moderno de Nueva York o una conversación activa en Cove Park.













Share by: